02 Nov El Casco Viejo de Bilbao nombra al ‘Rey de las Gildas’ y al ‘Maestro de los Grillos’
- El veterano bar Negresco de la Plaza Nueva se consagra y logra su segunda txapela en el V Concurso de Gildas con una receta “de toda la vida” y productos de “excelente calidad”.
- La taberna Iturriza, también de la Plaza Nueva y abierta el pasado mes de mayo, gana el primer concurso de Grillos, el típico pintxo bilbaíno a base de patata, lechuga y cebolla.
- Ambos concursos gastronómicos se han celebrado a lo largo del mes de octubre en el Casco Viejo con 32 establecimientos participantes.
BILBAO, 31 de octubre de 2018. El Casco Viejo de Bilbao ya cuenta con el ‘Rey de las Gildas’ y con el ‘Maestro de los Grillos’. El bar Negresco y la Taberna Iturriza, ambos en la Plaza Nueva, se han hecho con la txapela que les acredita como campeones del quinto concurso de gildas y el primero de grillos del Casco Viejo de Bilbao, respectivamente. Ambos concursos se han celebrado a lo largo del mes de octubre con la participación de 32 establecimientos hosteleros del corazón histórico de Bilbao.
De hecho, el V concurso de Gildas ha consagrado al bar Negresco, de la Plaza Nueva, 10, que ha logrado su segunda txapela en este campeonato, tras la conseguida en 2014, la anterior edición. Por su parte, el primer Concurso de Grillos del Casco Viejo ha subrayado el excelente trabajo de Iturriza Taberna, a pesar de ser un local muy joven –abierto el pasado mayo– en la Plaza Nueva. Al mismo tiempo, este concurso gastronómico pone de relieve la calidad con la que han trabajado los cocineros del Casco Viejo ante un pintxo, en teoría muy sencillo, compuesto por patata cocida, lechuga y cebolla, pero con gran variedad de recetas, en la práctica.
La Asociación de Comerciantes del Casco Viejo de Bilbao, organizadora del doble certamen, ha entregado esta mañana los diferentes premios. Así, la Cervecería Casco Viejo, de la Plaza Unamuno, 2-3, ha logrado el segundo premio de este quinto concurso de gildas, mientras que Beltza Taberna, en Barrenkale 13, ha conquistado el premio de la votación popular.
Por su parte; el Café Lago, de la calle Correo, 13, ha obtenido el segundo premio en el concurso de Grillos, mientras que el premio popular ha recaído en el bar Sarkue, de la calle Tendería, 9. Además, se han entregado tres tarjetas ‘opari BBK’, de 100 euros cada una, a los clientes que votaron en los concurso y que han resultado agraciados. Uno de ellos, un soriano residente en Madrid que ya ha mostado su itención de regresar a Bilbao para poder gastar su cheque regalo.
El jurado, tanto el especializado como los clientes, ha tenido que evaluar los pintxos y poner nota al sabor, la presentación y el ‘bizigarri’ en el caso de las gildas, y al sabor, la presentación y la sazón, en el caso de los grillos. La excelente calidad de las recetas ha sido la nota dominante en ambos concursos, según los miembros del jurado.
Misma receta
En la calidad de los ingredientes reside, precisamente, el secreto de ambos pintxos. Sin cambiar un ápice su receta, las gildas “de toda la vida” que elaboran del José María Pascual y Loli Fuentes, propietarios del Negresco, son un clásico en el Casco Viejo. “Son las típicas gildas, con ingredientes excelentes y, sobre todo, con un aceite virgen extra excelente”, remarca Fuentes, que ha visto cómo cientos de personas llegan llegado exclusivamente al Negresco a probar sus gildas. “Siempre tenemos gildas, y, si no, las preparamos al momento, y siempre son las mismas, con los mismos ingredientes y la misma calidad”, señala.
Además de los ingredientes, la receta tiene un orden: aceituna, piparra, antxoa, piparra, antxoa y aceituna. Y después, el aceite, que, en el caso del Negresco es mezcla de las variedades arbequina y picual, aunque este último en proporción muy pequeña, “para que no amargue la Gilda”.
En el caso del grillo ganador, la receta es también clásica y sencilla, al mismo tiempo. Patata cocida, cebolleta y lechuga y una muy buena presentación, para comer de un bocado. Entre los secretos, “la parte de la lechuga más próxima al tronco”, según explica Maren Iturburu, propietario de Iturriza Taberna. “Este es un pintxo clásico de postguerra, cuando se usaban las sobras, y querido recordar el origen del pintxo”, explica. No obstante, el aceite virgen extra es fundamental en su receta, así como una cebolleta que no endurezca el sabor del pintxo. Y un aliño equilibrado, por último.