12 Abr El VIII Concurso de Pintxos de Bacalao llega al Casco Viejo con la participación de 17 bares y restaurantes
- El certamen gastronómico arranca este viernes, 12 de abril, y se alargará hasta el día 21.
- Un jurado especializado y los propios clientes de los establecimientos tendrán que evaluar los pintxos: se podrá ver una fusión entre la cocina tradicional y la más vanguardista.
- El bacalao goza de gran tradición en Bilbao. Este producto se convirtió en fundamental en los hogares fruto de la casualidad: en 1835, un comerciante del Casco Viejo recibió más de un millón de bacaladas al interpretarse mal su pedido.
BILBAO, 9 de abril de 2024. El Casco Viejo de Bilbao acoge desde este viernes, 12 de abril, y hasta el próximo día 17 el VIII Concurso de Pintxos de Bacalao de Bilbao, uno de los certámenes gastronómicos más exigentes y más arraigados de los que se organizan en el corazón histórico de la Villa. El concurso regresa al calendario culinario del Casco Viejo con la participación de un total de 17 locales hosteleros –bares, cafeterías y restaurantes del Casco Viejo– y volverá a dar, así, un sabroso impulso tras la Semana Santa y la victoria del Athletic.
La Asociación de Comercios, Hostelería y Empresas del Casco Viejo de Bilbao, Zazpikaleak, organizadora del concurso, se inspira de este modo en uno de los productos más habituales en sus comercios de alimentación y en las barras de bares y restaurantes y con más tradición en Bilbao.
Así, la cocina más tradicional se fusionará en este certamen con las recetas más vanguardistas. Aunque muchas de las recetas que seguirán los cocineros de las Siete Calles tendrán como base acompañamientos clásicos como el pilpil o a la sala vizcaína, otros muchos ya han preparado creaciones innovadoras.
Por ejemplo, el ganador de la pasada edición, el bar Egurre de la calle María Muñoz, presentó una creativa elaboración de bacalao en tempura, con espuma cítrica y mahonesa de humo. O el año anterior, el bar Sorginzulo de la Plaza Nueva, que se alzó con la txapela gracias a un pan soplado relleno de guiso de bacalao y láminas de su cogote.
Voto del público
El concurso pretende evaluar, por medio del voto de los clientes y de un jurado especializado, la calidad de este tipo de pintxos y reivindicar, al mismo tiempo, este producto tan demandado. Un jurado especializado, compuesto por cocineros y críticos gastronómicos, entre otros, pondrá la nota a los pintxos presentados, pero los clientes también otorgarán el premio del público, un galardón muy apreciado por los hosteleros. Al igual que el jurado especializado y por medio de papeletas específicas en cada uno de los locales inscritos, los clientes podrán calificar, del 0 al 10, tres cualidades: el sabor, la presentación y el conjunto.
“En Bilbao, y especialmente en el Casco Viejo, tenemos una gran tradición de bacalao, tanto en la hostelería como en nuestras casas. Por tanto los clientes tienen una opinión muy formada”, explica el presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Luis Arbiol.
Los clientes que voten, además, entrarán en un sorteo de una cena para dos personas en el Casco Viejo. El voto del público y el especializado servirán, al mismo tiempo, como encuesta de satisfacción dentro del proceso de mejora constante de la hostelería y gastronomía de enclave histórico bilbaíno.
Los bares y restaurantes participantes son los siguientes: Bar Rest. El Ciervo, Askao, 7; Sorginzulo, Plaza Nueva, 12; Víctor Montes; Plaza Nueva, 8; Bar Charly, Plaza Nueva, 8; Cafe Bar Bilbao, Plaza Nueva, 6; Iturriza Taberna, Plaza Nueva, 5; Restaurante Víctor, Plaza Nueva, 2; La Olla de la Plaza Nueva, Plaza Nueva, 2; Toma y Daka, Plaza Nueva, 1; La Palma, Correo, 3; Café Lago, Correo, 13; Restaurante Kasko, Santa María, 16; Restaurante Lurrina, Barrencalle Barrena, 16; Beltza Taberna, Barrencalle, 30; Odori Botxo, Plaza Santos Juanes, 2; Bar Egurre, María Muñoz, 6; Bar Fermín, Iturribide, 4.
Historia del bacalao en Bilbao
Los comerciantes y hosteleros del Casco Viejo quieren honrar, al mismo tiempo, un producto histórico en Bilbao que se convirtió en un plato esencial en los hogares fruto de una casualidad. En 1835, José María Gurtubay, un comerciante del casco histórico bilbaíno que se dedicaba a la importación de bacalao, realizó un pedido a sus proveedores en el que escribió: “Envíenme primer barco que toque puerto de Bilbao 100 o 120 bacaladas primera superior”. “Las cantidades estaban escritas en cifras y se interpretó mal la “o”, confundiéndola con un cero; así que recibió en puerto un millón ciento veinte bacaladas”, recuerda la asociación de comerciantes.
Justo en esas fechas, por “fortuna” para el comerciante, la Villa fue sitiada por las tropas carlistas y no podía entrar ni salir ninguna mercancía de la ciudad. Así que el bacalao del comerciante se convirtió en la alimentación de los bilbaínos durante aquellos meses. “El bacalao es, posiblemente, uno de los platos que mejor elaboramos la gente de Bilbao y Bizkaia, mucho mejor que en cualquier otro lado”, sostiene el presidente de la asociación.